Bwin está llevando a cabo un homenaje a las mujeres deportistas. Por esa razón, hoy quiero participar aportando mi granito de arena y compartiendo con el mundo entero cuáles han sido las mujeres deportistas que me han inspirado a lo largo de mi vida.
Lo mío han sido siempre los deportes de raqueta. He sido deportista desde muy pequeña ya que pertenezco a una familia de raqueta-adictos. Empecé a jugar a tenis cuando tenía unos seis años así que mis musas del deporte han sido siempre tenistas de primer nivel.
Cuánta disciplina, rigor, tiempo y esfuerzo ha supuesto a estas mujeres su pasión. Siempre he tenido el lema de “hacer de tu vocación tu profesión”. Y ellas son un gran ejemplo de ello.
Un deporte en el que estás solo ante el peligro. No hay compañero que valga, nadie te saca las castañas del fuego y lo único que vale a la hora de la verdad eres tú y tu concentración.
Hubo una época de mi vida en la que me lo tomé bastante en serio con entrenos de alto rendimiento, torneos, viajes… El reto en la cancha era hacerlo mejor que el día anterior y superar mis limitaciones igual que hacía Steffi Graf con su maravillosa derecha cuando yo todavía era una niña. Pero jamás tuve esa fuerza de voluntad que me llevaría a dedicar más de ocho horas diarias a perfeccionar un golpe, a estar en forma, a darlo todo ante el rival. Me gustaban muchas cosas y no tenía esa fuerza y garra que necesitas desarrollar para pasarte la vida de competición en competición.
A Steffi Graf la seguían Arancha Sánchez Vicario que empezó entrenando en las mismas pistas que yo y de la que escuchábamos historias sobre las cientos de miles de horas que pasó ahí raqueta en mano. Motivaba muchísimo a la hora de ponerse a correr el conocer sus victorias por el mundo entero, que no hubiera más rumor sobre ella que el de las horas que invirtió en su trabajo para llegar a lo más alto.
Y finalmente llegaron las hermanas Williams de las que admiro profundamente su capacidad de concentración y una evidente fuerza de voluntad en cuanto al entreno y el trabajo físico. Todas ellas ejemplos de esfuerzo, serenidad y constancia para lograr ser las campeonas. Y cada una a su manera, cada una de ellas única en su especie.
Cuando las veo ahí fuera lo único que pienso es…
“Ojalá me enseñaran a tener esa determinación y esa fuerza de voluntad todos los días de mi vida”.
Porque no sólo son deportistas, son ejemplos claros de esfuerzo para logar un sueño.
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