(…) Pero (he aquí la gran pregunta), ¿tienen repercusión este tipo de campañas en la ‘vida real’? ¿Sirven para vender más vestidos? Se lo he preguntado a representantes de Women’s Secret y de Trucco. Ambas coinciden en que vender no era el objetivo principal.

BARCELONETTE EL PAIS

“Se trata de establecer comunicación con un público objetivo que posee influencia sobre el consumidor. El objetivo no es tanto las ventas como conseguir un posicionamiento entre el público joven”, explican desde Trucco. Pero a pesar de ello se han encontrado con una agradable sorpresa. La colección se ha vendido bien. “Hemos notado una subida en las ventas, sobre todo en la primera semana”. Aunque no se atreven a dar cifras exactas, hay algunas pistas. Se han agotado tres prendas (el vestido rojo de Demodè Showroom, los botines marrones de Fashion & Beauty Now y el vestido marrón de Barcelonette), que para hacernos una idea es el mismo número de prendas que consiguieron agotar este verano las revistas de moda. El efecto de las bloggers es, además, inmediato. Mientras en el caso de las revistas las ventas son más espaciadas durante el mes que duran en los quioscos, las compras inspiradas por los blogs son instantáneas: la euforia dura una semana. “Fabricamos unas 1.000 unidades por prenda. Si de ellas se vendían 5 al día, esa semana se vendían 15”, explican.

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