A veces ser más asertiva, decir lo que una piensa, quiere o decide cuesta horrores. Y nos cuesta porque no queremos provocar malestar al de delante… Por empatía. Y otras…
A veces ser más asertiva, decir lo que una piensa, quiere o decide cuesta horrores. Y nos cuesta porque no queremos provocar malestar al de delante… Por empatía. Y otras…